lunes, 28 de diciembre de 2015

Cosas estrictamente necesarias si viajas en plan salvaje

Viajar en plan salvaje implica gastar poco dinero al día, evitar rutas y transportes convencionales e improvisar el plan más o menos sobre la marcha. A menudo supone evitar 'comodidades' que nos aíslan del entorno en cierto modo. Comodidades como sentarse en una silla, dormir sobre un colchón o ducharte en una ducha... valga la redundancia. Esto se sustituye por sentarse en una roca, dormir sobre una manta en un campo y bañarse en un arroyo para quitarse el olorcillo, respectivamente.
Con esta lista os haréis una idea de lo estrictamente necesario para sobrevivir a un viaje del estilo.

1. Neceser: con pasta de dientes, cepillo, desodorante (de untar), vaselina, crema solar, champú y cortauñas. El champú sirve tanto para ducharte como para lavar la ropa, y el cortauñas evitará que parezca que te has metido el dedo en la nariz. Extra: toalla pequeña (se seca muy rápido colgada de la mochila y no ocupa mucho en el interior).
2. Mechero y navaja. Siempre útiles, ya sea para abrir una lata de tomate o para encender un fueguecito sobre el que calentar ese tomate en la misma lata.
3. Botiquín. Por si haces el loco y te sale mal. En su interior: agua oxigenada, yodo, gasas, esparadrapo y tiritas. Ah, y antimosquitos.
4. Manta. Por si duermes en la calle, te quieres tumbar en un parque o hace frío en el albergue/hostal.
5. Papel higiénico. Siempre útil.
6. Paraguas. Puede servirte para evitar el sol o la lluvia e incluso improvisar un refugio.
6. Agua y comida.
7. Un buen libro.

Con los zapatos y la ropa entiendo que ya os las apañáis vosotros...

Una cosa que merece la pena llevarse si os sobra un hueco es una hamaca de tela de esas que casi caben en un bolsillo. Te permiten dormir en cualquier sitio (en alto además), y en Decathlon por ejemplo cuestan menos de 10 euros...


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jueves, 17 de diciembre de 2015

Tuits falsos. Cómo se crean y cómo detectarlos

Ideologías aparte.
Desde tiempo atrás venimos encontrándonos con individuos que se dedican a editar tuits de políticos y difundirlos por las redes sociales como si fueran verdaderos para hacerles perder votos o simplemente para hacer la gracia. Incluso la misma oposición ha tomado por verdaderos mensajes que no lo son, para echar en cara algo que nunca sucedió.
La cosa es que se tarda menos de un minuto en cambiar un tuit por otro, hacer una captura de pantalla y disfrutar de como se extiende. Con esto no quiero decir que debáis hacerlo...

Primer paso
Abre Google Chrome.

Segundo paso
Elige un tuit, selecciona el texto, clic derecho, 'inspeccionar elemento'.

martes, 8 de diciembre de 2015

Yo no me jubilo

La humanidad envejece a la vez que aumenta la esperanza de vida. Pocas enfermedades matan a un hombre que visita al médico asiduamente. Hay ciudades de ancianos y pueblos donde no nacen niños desde hace años. Para unos un logro y para otros un problema; la superpoblación hace que consumamos más recursos de los que la Tierra produce. Malthus decía que la población aumenta en progresión geométrica, mientras que los recursos lo hacen en progresión aritmética (multiplicando por dos y sumando dos, respectivamente).
Somos una plaga, pero mis razones para no vivir tanto tiempo son otras, aun así.

Un hecho curioso es que los animales salvajes no mueren en un sillón mientras ven la tele, tampoco mueren conectados a una máquina en un hospital, ni de un susto cuando suena el despertador por la mañana... Mueren de hambre, de frío, cazados, ahogados o en alguna trampa mortal creada involuntariamente por el hombre, sólo por poner algún ejemplo.
Los animales salvajes no comen pienso diseñado a nivel molecular para ser plenamente sanos; comen lo que encuentran, lo que les gusta, lo que son capaces de conseguir por ellos mismos.
Y lo mejor... no viven todos los años que podrían vivir. Mueren cuando aún son fuertes y atractivos, cuando aún sienten el impulso de divertirse y vivir con ganas.

Cada día observo como jóvenes y mayores se afanan por llevar una vida sana. Unos no beben, otros no fuman, otros no comen beicon y otros no corren sobre el asfalto porque es malo. Los niños no; a los niños les da igual que el chocolate sea adictivo (y a mí también).

jueves, 26 de noviembre de 2015

Sobre el aire 'fresco' que trae la SE-30 por la mañana

¿Conocéis ese olor de la naturaleza despertando al amanecer? Coches, semáforos, acelerones, frenazos, pitidos, atascos... Creo que sí, os suena.

Puente del Cristo de la Expiración a las 8:58 de la mañana, Sevilla.

lunes, 23 de noviembre de 2015

7 inventos útiles del cine que ojalá existieran realmente

El cine a menudo crea cosas que nos encantaría disfrutar en nuestro día a día. Todos hemos soñado alguna vez con tener algún superpoder... y quien diga que no, miente. Pero no solo superpoderes, sino también objetos con ciertas características especiales. Obviando la varita mágica, que quizás haga un poco de todo, he aquí los siete objetos que más me gustan resumidos en un gif:


La brújula de Jack Sparrow, cortesía de Piratas del Caribe.

 
Una brújula que señala lo que más quieres o buscas en ese momento. Localizar las llaves cuando las pierdes, saber hacia donde dirigirte cuando vuelves tras una fiesta, encontrar la sección del supermercado en la que venden tus patatas fritas preferidas... ¿no suena apetecible?

sábado, 21 de noviembre de 2015

Historias de un internado de verano

Durante el largo verano de 2014 pasé dos meses interno en un colegio -cuyo nombre no quiero mencionar- debido a mis seis asignaturas pendientes en segundo de bachillerato. A mi favor diré que andaba despistado y tras esos dos meses de trabajo pude recuperarlas todas, pasar selectividad y entrar en la universidad. Salió de mí ingresar como interno; mis padres en ningún momento me obligaron. Yo sabía que era la única opción para pasar a la universidad sin haber repetido curso nunca. Allí se estudiaba, sí, pero para aprobar tenías que querer hacerlo. No todos estaban allí por voluntad propia ni con el ánimo de estudiar, y varios no llegaron al último día de clases, bien fueran expulsados o desertores.

Salíamos los viernes y entrábamos los domingos. Había días duros y días como el pan de hace una semana. Muchas veces lo único que podía pensar uno era agujerear la pared a puñetazos. Al terminar las clases -que al ser pocos estaban muy controladas-, comíamos, hacíamos una pausa y luego íbamos a la sala de estudio dos o tres horas, si no me equivoco. En esa sala no se podía comer, hablar, mascar chicle o dormir. Los móviles no estaban permitidos hasta que llegábamos a nuestras habitaciones. Tampoco se podían llevar camisetas, sudaderas, camisas, vaqueros, bambas o deportivas durante las clases. Solo náuticos/castellanos combinados con un pantalón beige y un polo sin dibujos, relieves ni marcas. Fumar suponía la expulsión temporal o permanente, según lo fumado y la repetición del delito. Había horas muy concretas para levantarse, desayunar, comer, cenar, entrar en el cuarto y apagar la luz. Yo, por obra y gracia de mis progenitores (que no les culpo), no tenía móvil ni antes ni después de las clases, y estaba incomunicado con el mundo exterior salvo esas veces que revisaba twitter desde algún ordenador.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Primer y último día de trabajo

Resulta que me tocó cubrir con un artículo una exposición para la revista de la universidad. Y allí fui con mi padre. Al entrar, les comenté la tarea que me habían encomendado, y una de las trabajadoras me preguntó qué estudiaba. Le gustó lo del doble grado en comunicación y comunicación digital y me planteó la idea de hacer de guía allí. Buscaban a un estudiante que hablase bien y pudiera estar allí dos o tres días a la semana. Necesitaba y necesito dinero para un viaje a Roma en coche estas Navidades, y ni me venía mal ni me podía negar delante de mi padre. Desperdiciar una oportunidad así en sus narices significaba que si me faltaba dinero para el viaje me haría apañármelas yo solo. Así que dije "sí" y quedé en presentarme el martes siguiente para comenzar el aprendizaje.

martes, 20 de octubre de 2015

Tener perro por primera vez

Se llama Dinasaurio. Dina para los amigos. Es una pastora alemana.
Ella tiene ya tres meses y pesa unos 9 kilos, aunque vive en casa desde el mes y medio. Y ya ha subido al Mulhacén, el pico más alto de la península ibérica. Pero eso es otra historia.
En fin, más corre el galgo que el mastín. Pero si el camino es largo, más corre el mastín que el galgo. Retomando el hilo, he aprendido unas cuantas cosas desde que llegó a casa. Os comento:

jueves, 15 de octubre de 2015

¿Por qué ir en bici al trabajo cuando llueve?

Leer el artículo en Ciclosfera

Así evita uno todo tipo de atasco en coche, bus o metro. El carril bici estará prácticamente vacío y no tendremos que madrugar para llegar al trabajo a tiempo. Recordad que el tiempo es oro, y el oro vale dinero.
Abordando la parte técnica, con un poncho de dos euros del bazar de la esquina y un cubre-pantalón impermeable llegaremos completamente secos, bien peinados y con la corbata en su sitio. O también podemos imitar la manera de proceder del norte europeo: paraguas en una mano, cigarro en la otra, las compras colgadas de la bici y el manillar a su libre albedrío.
Ah, y si os preocupa que se moje el equipaje, podéis optar por la humilde opción de una bolsa de plástico cubre-mochila-maletín-alforja; o, para los de bolsillo fácil, es posible adquirir uno de los múltiples accesorios impermeables de marcas reconocidas para llevar dentro el maletín, el maletón y la edición de bolsillo de tu casa.
Cabe mencionar que es muy divertido ver como el agua del suelo se divide en dos a nuestro paso y es lanzada hacia atrás. Para los más traviesos recomiendo guardabarros y bolsas de plástico en los zapatos.


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martes, 22 de septiembre de 2015

#operaciónbicicleto V. Medio viaje en un minuto

<-- capítulo previo

La próxima vez que escriba sobre un viaje lo haré en el mismo día, ya que ponerme a escribir esto sentado en una silla me aburre de sobremanera. Por eso mismo voy a escribir a cámara rápida lo que pasó desde que terminé mi descanso en mi Plasencia hasta el final. Y para el próximo viaje escribiré diez minutos antes de dormir...

Agua bastante potable.

lunes, 14 de septiembre de 2015

#operaciónbicicleto IV. Valdesalor - Plasencia

<-- capítulo previo

Qué cosa esa de la constancia. Volver a la vida rutinaria a veces hace dejar de lado a las cosas que nos llenan de verdad. Voy a leer por donde iba porque ni siquiera me acuerdo.
Hmm... Ya me encuentro. A partir de ahora voy a intentar ilustraros con el mayor número de fotos posibles.

Valdesalor, fin del cuarto día. 
Volví a entrar en el albergue y saqué el cargador solar de su bolsillo en el manillar para usarlo de linterna. La encendí y fui poniendo todo un poco en orden cuidando de no despertar al francés.
Me subí en la litera ya que nunca me ha gustado dormir abajo con un colchón a medio metro sobre mi cabeza. Dormí sin sábanas, ni saco de dormir ni esterilla, y hasta que no concilié el sueño, la litera no dejó de crujir ni rechinar.


#operaciónbicicleto IV. Valdesalor - Plasencia

<-- capítulo previo

Qué cosa esa de la constancia. Volver a la vida rutinaria a veces hace dejar de lado a las cosas que nos llenan de verdad. Voy a leer por donde iba porque ni siquiera me acuerdo.
Hmm... Ya me encuentro. A partir de ahora voy a intentar ilustraros con el mayor número de fotos posibles.

Valdesalor, fin del cuarto día. 
Volví a entrar en el albergue y saqué el cargador solar de su bolsillo en el manillar para usarlo de linterna. La encendí y fui poniendo todo un poco en orden cuidando de no despertar al francés.
Me subí en la litera ya que nunca me ha gustado dormir abajo con un colchón a medio metro sobre mi cabeza. Dormí sin sábanas, ni saco de dormir ni esterilla, y hasta que no concilié el sueño, la litera no dejó de crujir ni rechinar.


jueves, 20 de agosto de 2015

#operaciónbicicleto III. Mérida - Valdesalor

<-- capítulo previo

¿Por dónde íbamos? Sí, amanezco en Emérita Augusta, en un banco a cinco minutos del Anfiteatro. Aproveché mientras me ponían el café para entrar en el baño y lavarme bien las manos con jabón, la cara con agua fría y soltar peso en el váter. Devoré unas galletas que había dejado el día anterior pensando en el desayuno, y con el café entre las manos, sorbito a sorbito, fui resucitando. Aún quedaban más de tres horas para que abriese la tienda de bicis, y me dispuse a dar una vuelta. En el Anfiteatro pregunté  una dirección a una pareja y más tarde averigüé que se dirigían hacia Sevilla. Después de un rato deambulando por el centro con la bici a mi lado y más de una pregunta de familias o lugareños curiosos, vi a un hombre sentado en un banco absorto en un libro. Un cartel a sus pies decía: "Busco trabajo y acepto comida". Pasé de largo, pero antes de llegar al final de la calle volví sobre mis pasos y me dirigí hacia él.

viernes, 14 de agosto de 2015

#operaciónbicicleto II. Monesterio - Mérida

<-- capítulo previo

Era la mañana del tercer día. Salía pues de Monesterio, con cierto retraso en el calendario. Había pasado de actualizarlo y ajustarlo a un día menos, pedalearía más hasta alcanzar el ritmo. Salir de Andalucía me había hecho reafirmarme en que podía llegar a Asturias entero y de buen ánimo. Recuerdo que recogí mis cosas rápido y me fui por si me preguntaban qué había hecho con el gazpacho que había en la nevera. Esa mañana volví a pinchar, y suerte que lo vi al pasar por un taller de camiones, me puse a la sombra a reparar el pinchazo y me ofrecieron ayuda, el manómetro para hinchar la cámara, un grifo y jabón para lavarme las manos (a pesar de que yo usaba los típicos guantes de cocina para manipular los componentes de la bici). Un camionero, ciclista y fundador del club de ciclismo de Santa Marta, si no recuerdo mal, me dio un par de consejos, el primero sobre la técnica para volver a meter la cámara dentro de la cubierta, y el segundo, rellenar las cámaras con líquido antipinchazos. Me recomendó una tienda de un amigo suyo en Almendralejos y me dijo que por diez euros me libraría de pinchazos por una temporada.

jueves, 13 de agosto de 2015

I. Crónica de mis andanzas pedaleando Sevilla - Asturias #operaciónbicicleto

Desde hace unos días llevo pensando en ponerme a escribir sobre mi viaje en bici por España. Da pereza sentarse delante del ordenador, pero en cuanto uno lo hace, las palabras fluyen solas. Es de noche y quizás me adentre en la madrugada si sigo con fuerzas, y ya que estoy me tumbo en la hamaca del jardín y espero a las Perseidas.

Entre los ochocientos y los novecientos kilómetros habré rodado por España, camino a Arenas de Cabrales (Asturias) desde Sevilla, contando con desvíos, paseos, búsqueda de recursos... ya sabéis.
En mi planificación original yo iba de Sevilla a Santiago de Compostela, y luego a Asturias. Unos 1400 kilómetros en 14 días, a 100 kilómetros por día, ritmo que yo consideraba razonable porque una vez fui de Sevilla hasta casi el Castillo de las Guardas y volví, haciendo mis primeros 100 kilómetros seguidos, con una mochila a los hombros y dos euros cuarenta en el bolsillo.
La casualidad hizo que dispusiese de un número menor de días, y decidiese ir directamente hacia Asturias y dejar el camino de Santiago para otro momento (ya pienso en el francés o el primitivo a pata para el año que viene). ¿Por qué hacia Asturias? Porque varias familias habíamos alquilado para una semana allí, y la mía llegaría el día 9. Mi intención: sacrificar mis dos semanas de playa, que al final se me hacían largas y repetitivas, para pedalear desde Sevilla hasta Arenas de Cabrales en 13 días. He aquí la crónica de mis andanzas.

Minutos antes de salir desde mi nueva casa.

sábado, 27 de junio de 2015

Pagar por la luz del sol

Existen miles de maneras de obtener electricidad de una infinidad de fenómenos, como la luz del sol, la fuerza del viento o del agua, el movimiento de la rueda de una bici, los frenos de un coche o los gases de las vacas. Todavía no se aprovechan todas estas formas de energía, ya que desperdiciamos recursos enormemente, pero vamos dando pasos.

miércoles, 24 de junio de 2015

Nunca se tiene tiempo

Soy de la opinión de que la mayor parte de las veces, pensar que no se tiene tiempo, y no estar falto de tiempo realmente, es la causa de que no hagamos algo. Con esto digo que cuando creamos una barrera en nuestra mente, nos frena como si fuese de piedra maciza y estuviese delante nuestra.

martes, 23 de junio de 2015

El plástico es para siempre

"En 2010 se vertieron al mar una media de ocho millones de toneladas de plástico desde 192 países con costa, según un estudio publicado en la revista Science [...]. Si se colocara toda esa basura a lo largo de las costas de la Tierra, habría cinco bolsas de la compra llenas de plásticos cada 30 centímetros, dice Jenna Jambeck, investigadora de la Universidad de Georgia y coautora del estudio". El País.
No mola, ¿verdad?

Y UNA COSA QUE OS QUERÍA CONTAR [por si no llegáis al final del artículo]. Yo lo consideraba bastante obvio pero resulta que no es así. Hay gente que piensa que tirar basura en la playa es inofensivo ya que eso lo recogen. Me gustaría informaros de que, además de que hacen muchísimo daño a las poblaciones de aves marítimas como ya veréis más abajo, la marea y el viento se llevan gran parte de los residuos mar adentro. Repito que pensaba que era obvio, pero por lo que he visto y oído hay gente que no lo ve así.

Bien, prosigo: frecuentemente salen a la luz noticias y reportajes que hablan de la contaminación que generamos y su efecto en la naturaleza y el resto de especies animales. En menos de una semana he leído dos noticias de ballenas muertas a orillas de playas como cualquiera de las que alguna vez hemos pisado. Quizás estas noticias hubieran pasado más desapercibidas si al examinar su interior no hubiesen encontrado 17kg de plásticos en el estómago de la primera y 20kg en el de la segunda. Se consideró esa como la causa de su muerte, ya que los plásticos permanecen en su aparato digestivo de por vida y quitan espacio para el alimento que necesita.


El colega de abajo es un albatros en proceso de descomposición. Murió porque en su estómago no le quedaba espacio para la comida, ya que los plásticos no se digieren. ¿Os acordáis cuando de pequeños os daba miedo tragaros un chicle? Imaginad lo que es tened tantos chicles pegados en el estómago que no os cabe ni un bocadillo y os morís de hambre. Es broma, con los chicles no pasa. PERO CON LOS PLÁSTICOS SÍ.


Esta tortuga se enganchó con este plástico (el del pack de seis cervezas...) cuando era una cría, y ha crecido adaptándose a su forma, ya que inhibía su crecimiento. QUÉ TORTUGA MÁS CHULAAAApues no, eso le acarrea muchísimos problemas de salud principalmente por compresión y desplazamiento de órganos.


Y esto no es un chubasquero, es su tumba. No podrá volar ni moverse con libertad y morirá tarde o temprano, de hambre, ahogada...


Es una tontería que os explique lo fácil que es guardarnos la basura hasta que encontramos un contenedor, ¿no? Venga, por favor, hacedlo. Os he preparado un vídeo para la ocasión. Y recordad: si no lo hacéis por el resto de especies, hacedlo por la vuestra. A nosotros también nos afecta.



Se calcula que con todos los plásticos que hay en el océano se podría cubrir el 40% de su superficie. El 90% son bolsas. Y una gran parte del resto botellas y tapones. Lo que queda va desde mecheros y colillas hasta preservativos usados. Los plásticos hacen más daño de lo que parece. Pensáoslo la próxima vez, y recordad:  
el plástico es para siempre.

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lunes, 15 de junio de 2015

Cómo sobrevivir a la crisis de exámenes

Se denomina crisis de exámenes a la época comprendida entre la última borrachera y el momento en el que se entrega el último examen. Durante la mañana de resaca se decide que ha llegado la hora de plantar cara a las responsabilidades e hincar codos. Motivación a tope.

Es entonces, cuando una avalancha de comentarios pesimistas comienza a infestar las conversaciones al salir de clase. Tienes que aportar el tuyo propio, llevarte la mano a la frente e imitar a Harry Potter cuando le duele la cicatriz.

La preocupación se palpa en el ambiente, pero al llegar a casa cae una peli, el siestorro o ambas cosas. Es importante saber que una buena siesta hasta la hora de cenar entona el cuerpo para el estudio. Tras la cena, se pueden abrir los apuntes. Primero la foto, y luego un descansito. Pero el deber llama: es necesario bajar "al chino" a por un redbull para sobrevivir unas horas más. El café está pasado de moda y no hace efecto.

Cae pues, el cigarro en la puerta del chino, el cigarro con la vecina y el cigarro de antes de entrar a casa. Ahora hay que repetir la foto, que sin el redbull no es lo mismo. Cinco minutejos rápidos de descanso para decidir el filtro que aplicar a la foto. Pensando inteligentemente, en realidad puede usarse la misma lata para la foto del día siguiente.
Al frigo.


Si está uno cansado, es mejor dormir y continuar al día siguiente con la mente despejada. Antes de acostarse, y cada quince minutos si es posible, se debe comprobar si, en tu foto, algún comentario menciona la palabra "postureo". Hay que erradicarlo de raíz. Borrar, bloquear y reportar. Si algún otro comentario no se entiende o usa palabras difíciles, también se borra.

Aunque tu día te haya parecido desastroso, piensa que mañana irás a la biblioteca y recuperarás todo el tiempo perdido.

[pausa de libre duración, a elegir]

Con respecto a esos que se hacen llamar profesores para ser más guais...

La primera regla es: el responsable del examen del sábado debe ser criticado y castigado durante el resto de su vida. No merece ni el aire que respira.
La segunda regla es: el responsable del examen del sábado debe ser criticado y castigado durante el resto de su vida. No merece ni el aire que respira.

Punto y aparte. Tercera regla: si se falta un día y el/la profesor/a explica algo importante, es completamente imbécil, no te culpes. ¿Cómo se le ocurre dar un nuevo tema un lunes? ¿No se da cuenta de que la gente está cansada después de un fin de semana intenso? Panda de inútiles.

Ah, y los viernes son días de peli, como en primaria. Las buenas costumbres no deberían perderse nunca. Con estas cuatro reglas y un poco de imaginación se lleva uno bien con el resto de la clase.

[hora del descanso, seguid leyendo dentro de cinco minutos]

Al contrario de lo que te dice el dolor de cabeza, el último día antes del examen deben de publicarse comentarios en redes sociales al estilo Braveheart (puede que nos quiten la vida, ¡pero jamás nos quitarán la libertad!), aunque luego por el grupo de WhatsApp de clase se eche uno a llorar.

En casa no. En casa debe uno parecer un buen mártir, que soporta todo el esfuerzo sin rechistar, pero la cara de cansado tiene que notarse.

Siguiendo esta línea, llega el gran día. Es costumbre desde épocas ancestrales acercarse al vecino de examen y decir "¿te lo sabes?". Da suerte, aunque no te importe un pimiento si se lo sabe o no.

Tras salir de cada examen debes criticar la elección de las preguntas y la disposición de las mismas, el vocabulario y tipografía usados y el tamaño de los folios. Si el boli se queda sin tinta es que había que escribir demasiado. Si sobran folios es que el examen era difícil. Si no ponen el aire acondicionado es porque quieren que se te embote el cerebro y suspendas.

De repente alguien pregunta "¿en la pregunta cuatro habéis elegido la a, la bé, o la cé?". Aunque no lo recuerdes, tienes que decir una de ellas, seguro que aciertas. Todas son igual de correctas menos una, que es más correcta que las demás.

Cuando acabes los exámenes, publica en twitter: "el esfuerzo merece la pena".
Se denomina felicidad post-exámenes al período comprendido entre el momento en el que se entrega el último examen y el día de las notas.

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sábado, 13 de junio de 2015

La gente ya no sabe viajar

La gente ya no sabe viajar. Hay ciertas diferencias entre viajar y hacer turismo. Se viaja por el gusto de conocer y experimentar, y se hace turismo por el gusto del "yo he estado allí". Y allí también. Y allí. ¿Y qué viste? Pues muchos monumentos.

Foto: Ben_Kerckx

viernes, 12 de junio de 2015

El primer sándwich

La sensación de crear un nuevo blog. Vacío. Limpio. Solipandi. Aventura.
Son muchas cosas las que quiero decir. Aún no sé cuántas de ellas escribiré. Solo sé que los 140 caracteres de twitter se me quedan cortos, y dirigirme solo a los conocidos de facebook también. Me interesa un público desconocido, nuevo. Es como andar por el desierto cual profeta bíblico pero sin moverme de la silla.

El sándwich del recreo. ¿Por qué? Veréis, no me gusta hablar con la boca llena. Por eso siempre que llega la hora del sándwich me vuelvo una persona callada y pensativa. De ahora en adelante escribiré cosillas que salen de mi cabeza, mis experiencias, mi mundo.

Yop, con Dina.

Actualizo el 4 de noviembre de 2016:

Sí, el blog empezó en principio como un medio para expresar mi opinión, pero en los dos últimos años me ha salido una vena viajera y aventurera que he querido compartir con vosotros a través de mi blog y mi canal de YouTube. Así que también veréis muchos diarios de viaje, consejos sobre acampada, anécdotas de mis andanzas... Estoy muy contento con esta pequeña desviación de rumbo en mi blog y espero que la estéis disfrutando tanto como yo.

Atentamente: Jaime.

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