martes, 20 de octubre de 2015

Tener perro por primera vez

Se llama Dinasaurio. Dina para los amigos. Es una pastora alemana.
Ella tiene ya tres meses y pesa unos 9 kilos, aunque vive en casa desde el mes y medio. Y ya ha subido al Mulhacén, el pico más alto de la península ibérica. Pero eso es otra historia.
En fin, más corre el galgo que el mastín. Pero si el camino es largo, más corre el mastín que el galgo. Retomando el hilo, he aprendido unas cuantas cosas desde que llegó a casa. Os comento:

Un cachorro es una atracción turística ambulante. Irás a comprar el pan con él y volverás al día siguiente sin pan, sin ropa y sin perro. Y con muchos números de teléfono en el brazo. Que no te servirán de mucho porque te has quedado sin mascota.
Ah, y nadie se pasará de largo sin detenerte por la calle y darte su superconsejito del día.
Es esencial mencionar que todo lo masticable irá a la boca del perro y posteriormente al estómago. Y en el caso de que no sea digerible, será defecado íntegro, con pilas y en hora.
Y... perro grande implica excrementos grandes. 
Después de reñirle si te muerde, se come su propia caca o quiere entrar donde no debe, te darás la vuelta, ella llorará, y al segundo paso te volverás, y la verás sentada... con la cabeza ligeramente ladeada, y esos ojos de "no sé por qué me riñes, no te vayas, te quiero". Volverás corriendo a cámara lenta para abrazarla, te arrancará media cara de un bocado-lametón y te arrepentirás de haber vuelto. 
Cuando no quiera más pienso, dejará de comer, pero, siendo precavida, dejará un hueco por si accidentalmente sobra un filete en la comida.
Debéis saber que no a todo el mundo le gusta que se le acerque un perro. Es mejor dejar que sean ellos los que tomen la iniciativa. Además, hay gente alérgica a los perros. Es algo así como con los frutos secos. Te conviertes en chocapic y te mueres.
La mejor manera de que aprenda un perro es por prueba y error en su justa medida. Si hace popó en la manta, ese día duerme sin manta.
Hasta que se acostumbre a la correa, incluso hará fuerza hacia atrás para no andar. Parará en cada esquina meada, en cada planta y en cada objeto extraño para olfatear. Cuidado con las servilletas usadas en los bares, que huelen a adobo y se las come.

Eh... estoy escuchando "A CENAAAR" desde la planta de arriba. Disculpadme.

Tener perro da para escribir mucho, y algún día lo haré: Dinasaurio y Yeims dan la vuelta al mundo... Dina y yo... Las aventuras de Dina Holmes... aún tengo tiempo para pensar el título.






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2 comentarios:

  1. Jajajjaa me encanta! Yo tengo dos enanas, a una la adopté con año y medio y a la otra con poco más de 6 meses :)

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