miércoles, 24 de junio de 2015

Nunca se tiene tiempo

Soy de la opinión de que la mayor parte de las veces, pensar que no se tiene tiempo, y no estar falto de tiempo realmente, es la causa de que no hagamos algo. Con esto digo que cuando creamos una barrera en nuestra mente, nos frena como si fuese de piedra maciza y estuviese delante nuestra.

Escuché en algún sitio "las circunstancias son una excusa". Hoy no me viene bien, ya haré un hueco, estoy muy liado, imposible. Y alguna de esas veces, más tarde... "si no hubiera perdido tanto el tiempo podría haber ido", "¿por qué habré dicho que no?" o "me sobran dos horas, pero ahora nadie se da una vuelta." El verano en sí puede ser un claro ejemplo de lo que explico. Nos pasamos gran parte del año culpando al tiempo de que no nos permite hacer cosas interesantes, leer, quedar con los amigos o hacer viajes. Y luego, ¿quién no ha pasado un par de días en el sofá con cara de asco sin saber que hacer? El tiempo nunca se detiene, y tarde o temprano se te acaba.

Ahora mismo estoy de semi-vacaciones, porque aún tengo que recuperar una asignatura (marketing) a principios de julio, pero gozo de mucho tiempo libre. Y todos los días estoy tratando de hacer algo que "no he podido hacer durante el curso". Hoy he ido a la biblioteca pública y he sacado cuatro libros de esos que pesan. Tengo 35 días para leérmelos y cambiarlos por otros. Voy a ir al cine por todos los miércoles que no lo he hecho. También he bebido todo lo que no he podido beber durante el curso (no recomendable). Voy a Londres un par de semanas, y el 28 de julio comienzo mi andanza de cruzar España en bici, desde Sevilla hasta Asturias en unos 13 días. Allí paso una semana, y al volver (en coche), mi familia y yo nos mudamos.

Carpe diem.

veri_ivanova en flickr

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Quiero leeros.