martes, 29 de marzo de 2016

Esclavo de prejuicios

El jueves pasado, volviendo de un viaje en bicicleta con un amigo, pasamos cerca de un grupo de chavales al entrar en un parque pedaleando. Uno de ellos empujó a otro bromeando y estuvo a punto de caer sobre mi bici, por lo que avisé con un "CUIDAOOOO". Mi amigo me seguía de cerca y escuchamos como nos comenzaron a silbar. Ni siquiera volvimos la cabeza, proseguimos mientras se alejaban los silbidos.
Al llegar a casa, mi colega se dio cuenta de que le faltaban los guantes que yo le había prestado. Fue a buscarlos, por si los había perdido por el camino. Tras recorrer el trayecto entero del supermercado donde compramos la cena hasta mi casa, volvía con las manos vacías y decidió pasar por el parque. Ya no estaban los chavales que nos silbaban, habían dejado los guantes que había perdido uno sobre el otro, apoyados en una valla.

Hoy, comiendo en el Jardín Americano, había cerca un grupo de jóvenes negros, descansando a la sombra junto a un pequeño lago. Tras un rato conviviendo con normalidad, vi como uno de ellos se levantaba y arrojaba con fuerza un palo hacia unos patos que había en el agua. No entendí qué hacía. Volvió a coger algo del suelo y a tirarlo violentamente hacia los patos, que graznaban. 
Yo, atónito y cabreado, observé como se acercaba a nosotros siguiendo a los patos con un objeto bajo el brazo. Tenso, me preparé para levantarme y hablar con él, o irme en el peor de los casos. Me puse en pie antes de que llegase, y él habló con tono angustiado:
-Lo va a matar.
-¿Va a matar qué? -le pregunté.
-Esa no es su cría, ya ha matado a otra -me respondió señalando un pequeño bulto flotando a lo lejos-. Los agarra con el pico y los hunde porque no son suyas.

Estaba salvando un patito.

Y yo... que me consideraba una persona libre de prejuicios.

 
Mis redes sociales:

lunes, 21 de marzo de 2016

Los 8 básicos del cicloturismo. Disfrutar un cicloviaje a fondo

[leer en Ciclosfera]

Viajar sobre la bici puede ser una gran aventura o un completo suplicio si no se va preparado. Y no me refiero a preparación física. Cualquier persona activa, acostumbrada a moverse diariamente, puede cargar sobre las piernas sesenta kilómetros al día con la bici. Una buena alimentación, una cervecita al final del día y unas buenas 9 horas de sueño te dejarán como nuevo para volver a pedalear.

Como ciclista urbano de diario y cicloturista ocasional, quiero ofreceros ocho consejos o pautas para que podáis disfrutar un cicloviaje a fondo y evitar una serie de problemas.

1. Trasero acolchado. Echaréis al menos tres-cuatro horas sobre la bici al día, así que conviene acolchar el sillín o usar un culotte con almohadilla. Si no, lo notaréis y será muy duro.

2. Neumáticos de calidad. Por propia experiencia puedo deciros que en este campo el precio va de la mano de la calidad. Unos neumáticos de 7 euros son de materiales más blandos, menos resistentes y más fácilmente atravesables por algún pincho, cristal o clavo. Y con la bici a tope de peso pincharéis a menudo. Estuve hablando con Javier Colorado, un madrileño que está dando la vuelta al mundo en bici, y me recomendó las Schwalbe Marathon Mondial. Él usa las 700x40C, pero existen de diversos tamaños y en internet quizás podáis encontrar precios reducidos.

3. Con eso y unas bandas de kevlar (entre la cámara y la cubierta), ha pinchado sólo 4 veces en 5.000 kilómetros. Los que tengáis experiencia sabréis que eso es muy poco. El verano de 2015 pinché 5 veces en los 800 kilómetros de camino a Asturias desde Sevilla. Usé cámaras con líquido antipinchazos y no me sirvieron de nada.

4. Crema solar. Apriete el calor o no, usar crema solar es de vital importancia, tanto por el riesgo de enfermedades como por las quemaduras que te fastidiarán el viaje.

5. Papel higiénico. Útil para todo tipo de situaciones. Por si tienes mocos... quieres secar el hornillo... limpiar algo... o no hay baño cerca.

6. Equipaje justo y necesario. Cuesta abajo y en llano no notaréis el peso apenas, pero todo lo que subáis se hará más duro con equipaje extra. Pensad si realmente algo es útil o no, y si compensa deshacerse del peso extra y comprarlo por el camino.

7. Ropa para un rango de temperatura amplio. Un pantalón largo y un chaquetón no ocupan apenas espacio y os pueden salvar una noche de viento en verano.

8. Siempre alforjas mejor que mochila. Lo mejor es despejar la espalda de todo peso y además dejar que transpire. Lo que sí podría ser útil es una mochila de hidratación, de pequeño tamaño y con el único objetivo de llevar dos o tres litros de agua. Además, en verano el agua fría ayudará a bajar la temperatura del cuerpo.


 ¿Y ahora? ¿Os apuntáis a un cicloviaje?

Mis redes sociales:

martes, 15 de marzo de 2016

Vivir del cuento literalmente

Es uno de mis proyectos de vida o uno de mis sueños, como queráis llamarlo. Me encanta escribir y sería increíble vivir de ello. Escribo un poco de todo pero en principio las únicas cosas que llego a terminar son los posts del blog. Quizás solo sea que tengo 19 años y que en cuanto estoy desarrollando una buena idea me viene a la cabeza otra más apasionante que la sustituye. Y allí que me voy.

Pero bueno, este post no es para mí, sino para vosotros.
Problablemente penséis que para ganar dinero o vivir de la literatura hay que ser un autor mundialmente reconocido y de gran éxito. MENTIRA. Quiero proponeros un par de alternativas, que, aunque seguramente no os paguen la hipoteca, os pueden abrir camino en el mundo literario a la vez que ganáis un dinero extra.

1. Crear un blog y monetizarlo. Si lo tuyo son los relatos cortos, debes saber que es una faceta muy demandada en la web. Si ya escribes por escribir y luego olvidas los relatos en un cajón, tienes que probar subirlos a un blog. Puedes clasificarlos por temáticas y darles difusión en tus redes sociales. Si escribes bien y publicas con cierta regularidad podrás crear una legión de seguidores. Puede que uno de ellos sea el dueño de una editorial y esté interesado en sentarse a hablar contigo.
Mientras tanto, puedes monetizar los contenidos añadiendo anuncios de AdSense (en Blogger es muy fácil) y ganar un dinerillo extra.
Ah, y para los poetas también puede serles de gran ayuda.
2. Concursos literarios. Existen multitud de concursos que ofrecen como premio sumas de dinero considerables, desde los 200€ hasta los 30.000€. Hay una página que me gusta mucho y que visito de vez en cuando: escritores.org
En ella, los concursos se clasifican por fecha de entrega y género literario. Los premios van desde la publicación de la novela/relato/poesía hasta portátiles, viajes y cantidades monetarias bastante curiosas que recompensarán tu esfuerzo. Sé que estás pensando que es muy difícil ganar, pero, si siempre has escrito cosas porque te da la gana, ¿qué pierdes presentando tus creaciones? Y, de nuevo, ¿y si una de las integrantes del jurado es dueña de un grupo editorial y se interesa por ti?


Si seguís sentados frente a la pantalla, no sé a qué esperáis para empezar a escribir. Podéis comenzar por la caja de comentarios abajo. El siguiente paso podría ser abrir un documento en blanco, o coger libreta y boli dejando el ordenador a un lado.

Mis redes sociales:

domingo, 6 de marzo de 2016

De Sevilla a la Alhambra, a pedales y vuelta

El mono [Amelio] llama a la puerta para decirme que no puedo pasar tanto tiempo haciendo vida sedentaria. Quedan apenas dos semanas para el comienzo de la 'Semana Santa' y yo, sevillano, ateo y persona que suele evitar grandes aglomeraciones, me lanzo a la carretera para recorrer 621 km por Andalucía. 

Una ruta 'circular' para disfrutar de más km y conocer distintos sitios a la ida y a la vuelta

Lo más probable es que vaya acompañado por un amigo que hace su primer viaje en bicicleta. Para mí es el segundo. La primera vez fui de Sevilla a Asturias en bici, unos 800 km que cubrí en 12 días. Una experiencia brutal, de la que podéis disfrutar el diario de viaje y el álbum de Facebook con las fotos.

Por la N-630, a la altura de Béjar en mi primer viaje

Con un presupuesto de 15 euros por día y persona pensamos llevar a cabo la hazaña. El alojamiento es lo más caro realmente y nuestra idea es buscar albergues. El día que no encontremos algo que se ajuste al presupuesto, tenderemos las hamacas entre dos árboles y dormiremos en un hotel de mil estrellas, que sale gratis.

La comida estará principalmente sustentada en pasta y arroz (hidratos de carbono a tope), con diversos y sabrosos condimentos como tomate frito, queso y latas de atún. Y si nos ahorramos el albergue cenamos como reyes. Yendo a supermercados y usando el camping gas comer sale barato.

Los dos somos aficionados a la cinematografía [de hecho estamos estudiando comunicación audiovisual] y nuestra intención es hacer un pequeño documental sobre los nueve días de viaje con tan reducido presupuesto. Ya he ideado un sistema para llevar la bolsa de la cámara en el manillar sana y salva, para tenerla a mano y grabar siempre que lo quiera.

Aún no hemos empezado a preparar las alforjas (que no maletas), pero yo al menos tengo muchas ganas de despertarme el sábado 19 de marzo a las 7:00 am y montarme sobre la bici. Prometo manteneros al tanto a través de Twitter durante mi viaje. Cuando vuelva, nos encargaremos de la postproducción del 'documental'. ¡Estad atentos!

Mis redes sociales: