Llevo tiempo siguiendo el progreso de una película independiente de la que me enamoré a primera vista. Me identifiqué muchísimo con ella y busqué la manera de verla, pero al ser de género independiente no contaban con distribuidora que pudiera llevarla a la gran pantalla. Consiguieron proyectarla en ciertas salas de cine españolas con fechas muy concretas como pequeños eventos cinéfilos, pero nunca llegó a Sevilla. Se divide en nueve capítulos y hoy he podido ver el primero publicado en YouTube. No me ha decepcionado.
Para que os hagáis una idea, os transcribo las primeras palabras de la voz en off. Me hacen pensar muchísimo en mis viajes y cómo los vivo.
La gente ya no sabe viajar. Cuando tienen que hacerlo buscan cualquier cosa con tal de matar el tiempo: películas, libros, revistas, móviles o pastillas para dormir. Todo vale si con ello olvidas ese tedioso camino. Coches llenos de pantallas, trenes cada vez más rápidos y aviones ultrasónicos.
“Tengo ganas de llegar…
¿Cuánto falta?”
El destino… siempre el destino.
El futuro… siempre el futuro.
Ya no quedan estúpidos dispuestos a moverse sobre vehículos lentos. Ah… no, de eso nada.
Y aquí el primero de los capítulos. Ojalá lo disfrutéis tanto como yo.
Es curioso porque, aunque se me olvidó mencionarlo, fue uno de los alicientes que me llevaron a plantear este proyecto: cruzar España en longboard. Desde aquí, si me leéis, os doy las gracias.
Y por esto también: la gente ya no sabe viajar.
*Actualización: varias horas más tarde...
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Quiero leeros.